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Arquitectos: Equipo de Arquitectura
- Área: 195 m²
- Año: 2022
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Fotografías:Federico Cairoli
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Proveedores: Artigiani
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Reducir la arquitectura a los mínimos elementos es como escribir un haiku: todo el esfuerzo se concentra en contar algo de la forma más concisa y eficaz posible.
Recordando la máxima Miesiana del “fast nicht" (casi nada), iniciamos el proceso de resolver la vivienda para una joven pareja que decide abandonar la ciudad en busca de silencio y serenidad. La economía de medios y la austeridad sugieren una respuesta.
El proyecto se divide en dos sectores, separando los espacios servidos y los sirvientes. Por un lado, el gran espacio social, abierto, conectado con el exterior y transformable en un gran espacio intermedio, se convierte en una gran galería de recepción, configurada por aberturas acristaladas y paneles de madera. Separado por un jardín interior se encuentra el sector cerrado, privado, donde se ubican los programas de apoyo, como la cocina, los baños, el despacho y el dormitorio, construidos con mampostería de ladrillo.
El jardín interior es la pausa y la transición de los dos sectores de la casa. Utilizando piedras naturales, se marca el camino, que representa un cambio de ritmo entre un sector y otro. La claraboya situada sobre el jardín se encarga de bañar las plantas de luz natural y permite observar, aunque sea por un breve instante, el cielo desde el interior de la casa. Esta mirilla longitudinal es un observatorio de las nubes y de la esfera celeste.
La escala del proyecto, la proporción de los elementos y los materiales utilizados reflejan el deseo de construir la síntesis de un proceso reflexivo sobre la administración de los recursos y la maximización de los resultados.